martes, 26 de marzo de 2013

Carta de Carlos Cristobal a los presos de Gdeim Izik

Mi carta empieza con un deseo para vosotros, queridos amigos y hermanos: que las injustas condenas que os han sido impuestas por un ilegítimo tribunal de un estado sin derecho alguno a juzgaros por actos que no han demostrado, que sucedieron en unos territorios sobre los que no tienen jurisdicción alguna y que fueron causa de su violento desmantelamiento del campamento en El Aaiún , se las lleve pronto el siroco de la liberación nacional del pueblo saharaui... y que se lleve con él hasta el confín de los tiempos a los responsables que desde hace 38 años intentan aterrorizar al pueblo saharaui, sin conseguirlo. La Historia les juzgará y les expulsará de esos territorios ocupados por la fuerza, la sangre y la represión. Y vosotros seréis libres, entonces fuera de la cárcel.

La noche en que tantas personas estuvimos en vela esperando el final de la farsa de Rabat y amanecimos dolidos por vuestras condenas, escribí que "la dignidad del pueblo saharaui no se encarcela" y sigo entendiendo que este lema sigue siendo el que mejor explica el drama de vuestro "juicio" en Rabat: un intento vano de hacer daño a todo un pueblo en vuestras personas, con intención de doblegarlo... cosa que no ha ocurrido, no ocurre ni ocurrirá.

Con esta carta quiero transmitiros mi aprecio, mi consideración y mi apoyo; me pongo públicamente a vuestra disposición; y me sumo a este importante colectivo de hombres y mujeres de bien que, convencidos de lo injusto de vuestra condena, NO RECONOCEMOS LAS SENTENCIAS DEL TRIBUNAL MARROQUÍ QUE INJUSTAMENTE OS HAN IMPUESTO A LOS PRESOS POLÍTICOS SAHARAUIS DE GDEIM IZIK, y que sentimos y manifestamos a diario nuestro apoyo, a vosotros y a vuestras familias, a las que tenemos la obligación de cuidar e intentar proteger. Sabed que seguiremos luchando hasta conseguir vuestra libertad y que vuestras familias nunca estarán solas.

Y con esta carta también quiero daros las gracias por lo que vuestro trabajo en el campamento de la dignidad de GDEIM IZIK supuso para mi experiencia personal... gracias a vosotros y a muchos como vosotros recuperé mi dignidad personal y política.



Sé que esto no es muy importante sino para mí, pero los sucesos de aquel noviembre de 2010 me ayudaron a saber que no se puede estar en los dos lados de una barricada a la vez, que no se puede apoyar con honor y de una forma consecuente y completa la causa saharaui desde formaciones políticas que no respetan ni exigen la aplicación de la legalidad internacional, y que apoyan el bloqueo que el reino de Marruecos, con la complicidad especial del gobierno francés y de las autoridades del reino de España, hace de la realización del referéndum de autodeterminación, única solución justa y verdadera al conflicto del Sahara.

Como escribí en aquel momento: "los últimos años, en mi trabajo de apoyo al pueblo saharaui, he soportado con malestar y dolor la progresiva alineación (y apoyo) del gobierno socialista con las prácticas agresoras de Marruecos hacia el pueblo saharaui tanto sea en el episodio de Aminetu Haidar como en la no condena de la última masacre de saharauis en el campamento cercano a El Aaiún" y lo hice en silencio por mi militancia política en ese partido... hasta aquel noviembre de 2010, en que gracias a vuestro ejemplo solicité  formalmente mi baja como afiliado en el partido en el que militaba desde hacía casi 25 años y que entonces estaba en el poder.



Esto es todo. Gracias. Desde entonces siento nuevos bríos para apoyar la causa saharaui, que no olvido ni un día... nunca...

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